Con los números ya puestos, queda mas que en evidencia que la actitud inentedible de Intervenir los Comités Provinciales y de Distrito por parte del Comité Nacional, la Honorable Convención Nacional y el Comité Provincia en el caso de Buenos Aires y particularmente el de Vicente López, fué retrograda y antidemocrática cuanto menos.
Es necesaria e indispensable una rápida autocrítica por parte de las autoridades a cargo de nuestras instituciones partidarias.
Y me permito sugerir, como afiliado a la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires, el levantamiento de las suspensión de la afiliación a todos los Hombres y Mujeres que movidos por la falta de elecciones internas dentro de nuestro partido, participaron en la elección del 28 de octubre en listas que no eran las de la conducción intervencionista partidaria, Que no está demás recalcar, el anecdótico caso de que desde la aplicación de la Ley Saenz Peña en nuestra República, logro de nuestro centenario partido, fué la primera vez que el radicalismo no presentó candidato a ocupar la Primer Magistratura.
O como en el caso de Vicente López las listas intervencionistas estaban integradas por extrapartidarios (peronistas).
En síntesis, los que señalaban con el dedo, acusando de traidores a terceros por participar en un Frente Vecinalista, como desde hace años, además se les suspendió su afiliacion a la U.C.R. Estaban realizando lo mismo o peor aún porque la sociedad no los acompañó, no fueron capaces siquiera de obtener un Concejal. Entonces, me pregunto ¿Con qué derecho? ¿Con qué autoridad moral?
Sin rencores y sin odios, demostremos ante la sociedad un poco de madurez política.
No voy a exigir elecciones internas ya, porque las veo inviables, de no hacerse una reafilición total y prolija. No como la realizada anteriormente que fué un despropósito.
Lo que si puedo exigir es la normalización urgente de la Organización de la Juventud Radical de la provincia. Que desde el año 2005 se encuentra virtualmente intervenida, a pesar de ser un órgano autónomo dentro de la estructura partidaria. O peor aún se encuentra acéfala, inactiva y en el freezer debido a la posibilidad cierta de que el histórico grupo interno que la controlará sea desplazado.
Lo que si puedo exigir es la prórroga de los mandatos de los Comités de Distritos intervenidos injustificadamente, como el de Vicente López, volviendo a poner en funciones a sus autoridades antes de la intervención, para llevar adelante el proceso de normalización, reafilición y convocatoria a elecciones internas en un plazo a estimar no mayor a 4 meses.
Llamo a la reflexión a todas las mujeres, hombres y jóvenes de buena fé que participaron de este proceso poco feliz en la historia de la Unión Cívica Radical.
Es necesario el reconocimiento del error para poder enmendarlo, nunca es tarde cuando la dicha es buena, reza el refrán.
Estamos a tiempo de salvar la poca presencia territorial que le queda a la UCR de la Provincia de Buenos Aires. Se tiene que abrir las puertas de nuestro partido a todos nuevamente, al que no quiera volver, hay que respetarlo, pero no se les puede negar la posibilidad.
Por otra parte, nuestra dirigencia no puede criticar tan sueltamente al Gobierno Nacional de falta de respeto a las Instituciones cuando a nivel interno se llevaron a cabo actos peores, quitándonos a todos los afiliados el derecho legítimo de elegir nuestras autoridades partidarias y nuestros candidatos a cargos electivos.
Si no se corrigen estas actitudes, voy a ser téstigo, lamentablemente, de como se le pone la firma al certificado de defunción de la Unión Cívica Radical, y lo que es peor por los propios radicales. Apelo al buen sentido de las autoridades hoy a cargo del partido para poder reparar esta situación. A los ojos de los radicales, van a ser bien vistas.
No me gustaría encontrarme con otro radical el día de mañana y decirnos “pudimos haber hecho algo y no hicimos nada…”
Por eso ahora mas que nunca me vienen a la mente las palabras del poeta:
¡Avanti!
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
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